Un gran COFRADE

El pasado sábado despedimos a un gran COFRADE y grandísma persona. Don Juan Carlos Torres Raynaud.

Tuve la suerte de conocer a Don Juan Carlos hace varios años, antes de conocer a una de sus hijas que, luego, se convertiría en la mujer de uno de mis mejores amigos.

Don Juan Carlos era de esas personas que nos gusta disfrutar de su compañía. Sus pasiones eran los toros y su Hermandad del Museo, no en vano era hijo de Don Luis Torres Santos, fundador del Lunes Santo con esta Hermandad. La última vez que estuve con él fue precisamente el pasado Lunes Santo, viendo su Cofradía desde el balcón de la casa de mi amigo Manuel Antonio. Allí disfrutamos, mi hermano y yo, de lo que es vivir y sentir una cofradía en la calle, recibiendo sabiduría antigua y vivencias que nos contaba de la propia hermandad. Allí nos volvió a recordar la historia de cómo se crea el Lunes Santo en Sevilla; no podía haber mejor momento que viendo pasar El Museo y oyendo la que, para mí, es la marcha que resume todo ese día; cada vez que oigo Virgen de las Aguas veo el Lunes Santo.

Se nos van yendo esos cofrades antiguos, esos que saben de verdad lo que significan aquí las dos palabras "Semana Santa"; esos cofrades que huyen de modas, de banalidades, de cotilleos y prensa barata que exponen una superficialidad lejos de verdaderas vivencias y conocimientos adquiridos desde la cuna. Se nos van esos cofrades en silencio, y los estamos desaprovechando los demás.

A ver si toman buena nota los friquis que pululan por tertulias chapuceras que se enredan en estatutos, "marchas" de cornetas, bandas flamencas, salidas extraordinarias y demás inventos putrefactos, y recuperan la calidad que estos cofrades auténticos nos pueden aportar todavía. Ojalá que sea antes de que la Semana Santa pierda toda la categoría y el respeto que adquirió durante muchos años; los años en que los anteriores las gestionaban.

Descanse en paz Don Juan Carlos Torres; desde aquí agradezco el poder haberlo conocido.

Fotografía: Roberto Villarrica.