martes, 3 de marzo de 2009

Un poco de historia


Impresionante documento visual y sonoro.
Año 1982. Salida, que no debió producirse por motivos climatológicos, del Desprecio de Herodes. Banda del maestro Patón.
Espero que los mayores a mí y los que podáis aportar algo respecto al vídeo, lo pongáis en comentarios para los que aún éramos muy jóvenes por aquella época.

El primer comentario lo hago yo: Mi hermano salía por vez primera de nazareno.


8 comentarios:

La verdad esta ahi fuera dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
La verdad esta ahi fuera dijo...

borro el anterior comentario por error en la fecha.

La primera vez que la banda de Paton hacia la salida, la anterior ocasion que la banda habia acompañado a nuestro paso de misterio fue en 1977 y el grueso de los musicos llegaron cuando el paso estaba en Conde de Torrejon, despues de que entrara la Borriquita, a la que por aquel entonces acompañaban el Domingo de Ramos.

Edward dijo...

Lo único que permanece intacto es el Paso del Señor, pero el ambiente es totalmente distinto.

Luego dicen que vamos a peor con los años, para mi todo lo contrario.

Muy emocionante recordar la Banda de Patón, que todos llevamos un poco dentro. Lo que comentas de el "doblete" con La Borriquita, si que me ratifica con lo de los tiempos mejores.

Siento no tener edad para dar mas datos. Lo que no se es si ya entoncessería el capataz Villanueva.

Un saludo

Anónimo dijo...

ue recuerdo tan bueno. Qué tiempos aquellos., yo no se si mejores o peores, pero la verdad es que algunas cosas no estaria mal que volvieran, sobre todo que la musica acompañe al paso y no al revés.

Eduardo

Marulino de Italica dijo...

No se qué se vería y escucharía en la entrada... Pero querido Antonio, desde luego Patón tocaba "pa reventá". Tenía una batería de tambores de auténtico lujo, mucho más grave y sonora que las de hoy. Toda su cornetería era de llave, de las antiguas, de las que había que partirse el pecho para que sonaran y su modo de ejecutar las piezas de Escámez era mucho más "dura", tal vez más "brusca" que hoy. Por esos años grabaron un LP de diez temas con nuestro Cristo en la portada que conservo como oro en paño.
Los primeros capataces del paso de Cristo fueron Sebastián Pagés y José Mª Sicilia Williams que lo llevaron algunos años, cuando el único capataz de la cofradía era Alejandro Ollero que "en teoría" mandaba los dos pasos (solo se nombraba un único capataz), en el palio primero con Carlos Villanueva y antes Ramón Castro "El Caña" (1.979), después con su hermano Rafael Villanueva. El hermano Manuel V. no llegó sino hasta algún año después, cuando cesaron los dos primeros citados y regresó con Carlos.
Efectivamente el año 1.982 llovió, pero la Cofradía salió a la calle. Fue un auténtico desastre. Recuerdo al Cristo caerle por la barba en Campana un auténtico caño de agua que le chorreaba por el pecho empapándole la túnica. Gran parte del antiguo dorado que le hizo el Maestro Currito en los años 40 se perdió por los husillos y costó repararlo un pastón de la época. Su añejo tono "dorado viejo" se perdió para siempre. Recuerdo también a los costaleros del Cristo rodeando el paso para que nadie lo tocara subiendo a toda velocidad desde Campana hacia la Encarnación.
El paso de palio se refugió en San Martín y la cuadrilla del palio tuvo que meterse bajo el misterio de la Lanzada para adentrarlo en el templo y así dejar sitio a nuestro palio, que quedó con parte del pollero al exterior.
El cuerpo de nazarenos de la Virgen continuó hacia delante y varias horas después acudieron a recogerla con los cirios encendidos subiendo desde San Juan de la Palma por la calle Viriato. No puedo quitarme de la cabeza que quizás es de este año el miedo que desde entonces y hasta hoy le cogió la Hdad. al agua.

Anónimo dijo...

Ese año salía yo por primera vez de nazareno. Tenía once años, y fui con mi padre a recoger su papeleta de sitio. Mi padre comentó que, aunque no tenía la edad, sí tenía la hechura apropiada, por lo que, para mi sorpresa me dieron la papeleta de sitio. Esa noche, al acostarme la leí entera: primero el anverso, preguntándome el por qué de tan temprana cita y después el reverso, punto por punto, asumiendo la responsabilidad de tener que cumplir escrupulosamente todo lo que allí se decía. Eran cosas como de mayores, serias. El Domingo de Ramos nos vestimos de nazareno en casa de mi abuela, como siempre lo hacía mi padre hasta entonces, y nos fuimos andando, cruzando por el bullicio del Puente de Triana a paso firme y decidido porque se acercaba la cruz de guía de la Estrella. Después por la calle San Eloy, entre la gente y el tráfico, que todavía estaba abierta al mismo. Por la Plaza del Duque, vi a lo lejos el paso de Cristo Despojado, con la rara sensación de no poder pararme para verlo. Subimos por la calle Don Pedro Niño (qué bien sabía mi padre el trayecto) y llegamos a la Iglesia. Ya dentro, observaba cómo en lo alto, por la vidriera de la ventana, el resplandor de ese Domingo de Ramos (el resplandor antiguo de siempre), se iba oscureciendo, nublando. Me dieron un cirio de los bajitos, y empezamos a salir; yo iba en uno de los tramos del Cristo. Terminando la calle Trajano empezaron a caer gotas. No pudimos pasar por los palcos, ni ver a mi madre en las sillas, ni llegar al a Catedral. No volvimos subiendo rápidamente por la calle Laraña cayéndonos toda la lluvia. Cuando llegamos a San Juan de la Palma, faltaba media cofradía, y nos quedamos esperando pacientemente, todos los nazarenos del Cristo, que los de la Virgen fueran a San Martín a recogerla. Fue un desastre, sí. Pero lo guardo como una de las mejores experiencias.

Antonio Borrego dijo...

Anónimo, y tu túnica te la hizo tu madre. Y aún conservas el capirote de tu primera salida, que guarda las huellas de la intensa lluvia que cayó aquel fatídico Domingo de Ramos.

J.ALFREDO C.P. dijo...

Vaya vivencias...........y memorias......gracias por compartirlas con los demás.....enhorabuena al Blog