El año termina. Gracias a Dios.
Gracias a Dios por todo lo que se ha llevado consigo de paro, economías ruinosas, apuros para llegar a fin de mes, gripes A, etc, etc. Sin entrar en lo local, que eso ya es para escribir infinidad de libros. Lo que la gentuza que gobierna la ciudad hispalense está haciendo con la misma es de cárcel rodeado de terroristas.
Pero bueno, no hay mal que por bien no venga y, al menos, el año se nos despide con una nueva túnica blanca que nació ayer y que se estrenará orgullosa dentro de 12 años cruzando el dintel de la Iglesia de San Juan de la Palma, bajo el atento testigo del objetivo fotográfico de su abuelo. Porque la túnica que nació ayer trae una buena sangre amargurista, tercera generación (sé que otras generaciones heredaron y heredarán la Hermandad y que sin ellos poco más que no existiría San Juan de la Palma). Una sangre que se ha hecho a través de la devoción, sin protagonismos, sin hacerse notar, sin poner por delante sus nombres antes que sus obras y con la melodía de Font de Anta como banda sonora de sus vidas, con el silencio que marca el Padre y con la mirada de Nuestra Madre como punto de orientación de sus vidas.
Enhorabuena a sus padres, a sus abuelos y a toda su familia, de la que tanto tengo que agradecer.
Gracias a Dios por todo lo que se ha llevado consigo de paro, economías ruinosas, apuros para llegar a fin de mes, gripes A, etc, etc. Sin entrar en lo local, que eso ya es para escribir infinidad de libros. Lo que la gentuza que gobierna la ciudad hispalense está haciendo con la misma es de cárcel rodeado de terroristas.
Pero bueno, no hay mal que por bien no venga y, al menos, el año se nos despide con una nueva túnica blanca que nació ayer y que se estrenará orgullosa dentro de 12 años cruzando el dintel de la Iglesia de San Juan de la Palma, bajo el atento testigo del objetivo fotográfico de su abuelo. Porque la túnica que nació ayer trae una buena sangre amargurista, tercera generación (sé que otras generaciones heredaron y heredarán la Hermandad y que sin ellos poco más que no existiría San Juan de la Palma). Una sangre que se ha hecho a través de la devoción, sin protagonismos, sin hacerse notar, sin poner por delante sus nombres antes que sus obras y con la melodía de Font de Anta como banda sonora de sus vidas, con el silencio que marca el Padre y con la mirada de Nuestra Madre como punto de orientación de sus vidas.
Enhorabuena a sus padres, a sus abuelos y a toda su familia, de la que tanto tengo que agradecer.
Fotografía: Diario de Sevilla (Grupo Joly).
4 comentarios:
Qué mejor regalo para finiquitar un año...
Felicidades. Anda que no presume el abuelo...
Feliz año.
Enhorabuena por esa nueva túnica...una gran noticia para depedir el año.
Feliz 2010, Antonio.
PD. La foto es magnífica
Esa nueva túnica ya es todo un acontecimiento para soñar con la ilusión de vérsela puesta en el 2010. Un fuerte abrazo y muchas felicidades.
Gracias, primo por esas palabras...Haré todo lo posibñe para que se sienta orgullosa
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