Una jornada muy calurosa, como acostumbra ser cada año la del Corpus Christi. Llegué a la calle Argote de Molina, en plena Cuesta del Bacalao y, la sombra y la poca afluencia de público en esa zona, hicieron que me apostara en primera fila a contemplar la procesión en todos sus detalles.
Larga, excesivamente larga, por ello es la mayor de las que se celebra en todo el orbe cristiano. Su recorrido es de más de 1 kilómetro y medio, pero la Custodia sale cuando ha entrado una buena parte del cortejo, incluyendo el paso de Santa Ángela y hasta el paso de Santa Justa y Santa Rufina.
Quizás sería recomendable que el Cabildo Catedral dispusiese que las representaciones fuesen simplemente eso, una representación de cada Hermandad, estandarte y cuatro cirios. Pero en la actualidad la cosa difiere en este sentido, y así, junto a la gran afluencia de público jóven con cirio, podemos observar cómo ciertas corporaciones hacen aumentar con un criterio algo extraño la comitiva. Como ejemplo observé la Hermandad de Pasión, que llevaba dos tramos de cirios separado por el estandarte, y cerrado por la insignia Sacramental (riquísima, por cierto), además de dos hermanos de librea y hasta diputado para toda la extensión de los tramos. Otra que me llamó la atención fue la de Los Gitanos, donde su hermano mayor iba justo delante del estandarte -quizás no se daría cuenta que su cuerpo tapa generosamente la insignia- con un palermo morado con incrustaciones en plata (cual insignia, y por delante de la representativa de la Hermandad).
El prioste que inventó aquello de la cera roja para representar lo Sacramental debió patentarlo, pués muchas hacen gala de ello sin observar que el color propio y litúrgico sacramental es el blanco.
Parece que ha tenido gran aceptación la nueva incorporación del paso de Santa Ángela, aunque la propia Hermandad de la Amargura reconoce que se le han de incorporar ciertas modificaciones para realzarlo, como por ejemplo el elevar la Imágen algo más. Buen detalle también el del hermano Enrique, tras el paso, de aguador impecablemente vestido de blanco como nuestro hermano y amigo José Luis en las tardes-noches del Domingo de Ramos.
Los pasitos, en general, han ido como casi siempre, correctamente engalanados y con la parafernala propia de cada corporación que se encarga de prepararlos; como El Silencio con el paso de la Inmaculada y sus cirios con el escudo de la Cruz de Jerusalem, aun siendo una procesión externa a la propia Hermandad; sus servidores, y todo el rictus austero de las caras, más propias de emular las tallas de Montes de Oca que del momento glorioso que se vivía. O el pasito de la Santa Espina, preparado por la Hermandad del Valle, donde los claveles no podían ser más color sangre oscura, más evocador del Jueves Santo que de la festividad del Corpus, aunque se nos pueda decir que bien podemos hacer el esfuerzo imaginario de la escena en la que esa Espina tuvo protagonismo trágico hace casi 2000 años.
Magnífico el paso del Niño Jesús de la Sacramental del Sagrario, no sólo por su soberbia riqueza, sino también por la forma de adornar con flores aumentando la belleza del conjunto.
Grato fue también ver el estreno del Arzobispo Coadjuctor Monseñor Asenjo, cerrando el cortejo de Canónigos.
La Custodia de Arfe sensacional, como siempre. Y, tras ella, el Cardenal Arzobispo Don Carlos Amigo Vallejo, creándonos la duda de si lo volveremos a ver en ese lugar o no, acompañado por los acólitos conocidos por todos en el mundo cofrade en general; tras ellos, el Ayuntamiento, mejor dicho, el Partido Polular y algunos obligados del circulo del Alcalde. Y, más atrás todavía, la banda de música del Regimiento Militar Sur, que se supone que acompaña musicalmente al Santísimo Sacramento, pero el protocolo hace que sirva más de acompañamiento musical del Alcalde que de Su Divina Majestad.
A mí toda esa tradición y parafernalia me gusta. Y Dios quiera que sigamos manteniendo esa grandiosidad en la fiesta y en el cortejo, aunque para ésto último empleemos la palabra grandiosidad en el término de riqueza y belleza, porque en su longitud desespera al más "jartible" de los sevillanos.
Larga, excesivamente larga, por ello es la mayor de las que se celebra en todo el orbe cristiano. Su recorrido es de más de 1 kilómetro y medio, pero la Custodia sale cuando ha entrado una buena parte del cortejo, incluyendo el paso de Santa Ángela y hasta el paso de Santa Justa y Santa Rufina.
Quizás sería recomendable que el Cabildo Catedral dispusiese que las representaciones fuesen simplemente eso, una representación de cada Hermandad, estandarte y cuatro cirios. Pero en la actualidad la cosa difiere en este sentido, y así, junto a la gran afluencia de público jóven con cirio, podemos observar cómo ciertas corporaciones hacen aumentar con un criterio algo extraño la comitiva. Como ejemplo observé la Hermandad de Pasión, que llevaba dos tramos de cirios separado por el estandarte, y cerrado por la insignia Sacramental (riquísima, por cierto), además de dos hermanos de librea y hasta diputado para toda la extensión de los tramos. Otra que me llamó la atención fue la de Los Gitanos, donde su hermano mayor iba justo delante del estandarte -quizás no se daría cuenta que su cuerpo tapa generosamente la insignia- con un palermo morado con incrustaciones en plata (cual insignia, y por delante de la representativa de la Hermandad).
El prioste que inventó aquello de la cera roja para representar lo Sacramental debió patentarlo, pués muchas hacen gala de ello sin observar que el color propio y litúrgico sacramental es el blanco.
Parece que ha tenido gran aceptación la nueva incorporación del paso de Santa Ángela, aunque la propia Hermandad de la Amargura reconoce que se le han de incorporar ciertas modificaciones para realzarlo, como por ejemplo el elevar la Imágen algo más. Buen detalle también el del hermano Enrique, tras el paso, de aguador impecablemente vestido de blanco como nuestro hermano y amigo José Luis en las tardes-noches del Domingo de Ramos.
Los pasitos, en general, han ido como casi siempre, correctamente engalanados y con la parafernala propia de cada corporación que se encarga de prepararlos; como El Silencio con el paso de la Inmaculada y sus cirios con el escudo de la Cruz de Jerusalem, aun siendo una procesión externa a la propia Hermandad; sus servidores, y todo el rictus austero de las caras, más propias de emular las tallas de Montes de Oca que del momento glorioso que se vivía. O el pasito de la Santa Espina, preparado por la Hermandad del Valle, donde los claveles no podían ser más color sangre oscura, más evocador del Jueves Santo que de la festividad del Corpus, aunque se nos pueda decir que bien podemos hacer el esfuerzo imaginario de la escena en la que esa Espina tuvo protagonismo trágico hace casi 2000 años.
Magnífico el paso del Niño Jesús de la Sacramental del Sagrario, no sólo por su soberbia riqueza, sino también por la forma de adornar con flores aumentando la belleza del conjunto.
Grato fue también ver el estreno del Arzobispo Coadjuctor Monseñor Asenjo, cerrando el cortejo de Canónigos.
La Custodia de Arfe sensacional, como siempre. Y, tras ella, el Cardenal Arzobispo Don Carlos Amigo Vallejo, creándonos la duda de si lo volveremos a ver en ese lugar o no, acompañado por los acólitos conocidos por todos en el mundo cofrade en general; tras ellos, el Ayuntamiento, mejor dicho, el Partido Polular y algunos obligados del circulo del Alcalde. Y, más atrás todavía, la banda de música del Regimiento Militar Sur, que se supone que acompaña musicalmente al Santísimo Sacramento, pero el protocolo hace que sirva más de acompañamiento musical del Alcalde que de Su Divina Majestad.
A mí toda esa tradición y parafernalia me gusta. Y Dios quiera que sigamos manteniendo esa grandiosidad en la fiesta y en el cortejo, aunque para ésto último empleemos la palabra grandiosidad en el término de riqueza y belleza, porque en su longitud desespera al más "jartible" de los sevillanos.
Fotografías: Juan Antonio Bandera. Web Pasión en Sevilla.
6 comentarios:
Solo una apreciacion Antonio, desde que era un niño tengo la nocion de que el cortejo de la procesion del Corpus era bastante largo, tanto que cubria el recorrido entero, otra cosa es que la participacion lejos de menguar crece, pero en eso creo que se han de autoregular las propias hermandades (es la unica procesion donde a priori participan todas)
Limitar la participacion en las representaciones al final es como intentar poner puertas al campo y ademas esta muy bien que las hermandades se vuelquen con la procesion, distinto es que alguno vaya a figuronear, pero eso es algo que, de momento tiene dificil arreglo.
Pues bien, ya puedo echar un ratito en este blog...
Procesión del Corpus: insoportablemente larga y tediosa. Efectivamente las representaciones se hacen interminables y además son de todo punto desproporcionadas cada una por sí y todas consideradas de forma conjunta. Alguien debería de parar esto; actualmente carece de sentido una procesión de esta magnitud.
En cuanto a las insignias que se ven en el cortejo soy de la opinión que no deberían de figurar varas en ningún caso. La vara es símbolo de mando y autoridad (custodian, esto es, dan amparo y guarda, a las insignias en cuanto son símbolos de la Hdad. y la portan los oficiales de la Junta de Gobierno en signo de su autoridad)y ante el Santísimo no cabe ni autoridad ni mando alguno. A S.D.M. -como decía mi agüela la de las blondas- solo procede acompañarlo con luz. Las Hdades. que tengan insignias eucarísticas (estandartes o estrictamente insignias) deberían llevarlas con preferencia a los bacalaos.
El pasito de Madre Angelita (siempre será Madre para quienes estamos cerca de ella) es correcto, en sintonía y proporcionado con el resto. Cierto que la Santa debe ir más elevada. Los faldones repito que se me antojan totalmente improcedentes; el sayal de las monjas no es materia propia para un faldón por muy "bonita" que sea la idea que la preside; es como montarse en un Rolls-Royce en bañador o bermudas... queda cateto (tan cateta como la insignia que sale el Domingo de Ramos: una maravilla de diseño y en orfebrería en plata de ley rematado por un trozo de sayal liso y de tela basta, de trapo vamos). Es solo mi opinión, basada puramente en la estética. Un paso debe ser un altar itinerante, donde se enseña una santa, a Cristo o a su Madre. Es una peana móvil y las peanas y altares deben ser dignas y elegantes. No es que el sayal sea indigno es que no es para eso, sencillamente. Estamos ante una solemnidad litúrgica. No se... es como si por vivir la humildad fuéramos vestidos de tela de saco a ver al Rey. A lo mejor no me explico pero lo tengo clarísimo: el sayal, el de las hermanitas y el de los franciscanos es así porque es un signo, debe ser venerado como hábito de una persona consagrada a Dios y entonces es dignísimo y meritorio pero no es para otra cosa.
A otro respecto me muestro en todo conforme con Fernando: habría que considerar el tema de los respiraderos.
La mejor decoración de flores la de la Santa Espina (esos claveles Dios mio) y la del Niño Jesús (soberbia y elegantísima). Ello no quiere decir que la Santa fuera mal... es que hay que tener un poquito de gusto y dar toques elegantes y con originalidad (pero para eso "hay que saber"). El clavel blanco puesto como siempre no es original, es igual y más de lo mismo. El no salirse del estilo no es "siempre lo mismo quillo". Vease al respecto la foto en el "blog hermano" de Fernando. Años cuarenta y la Amargura no es menos Amargura con las flores y jarras que se ven en la foto.
En fin hay queda mi opinión. Es curioso pero nunca me contesta nadie... con la de leña que me darían en un cabildo si dijera lo mismo.
Alegría me da, hermano Marulino, volver a saborear tus delicadas -y a la vez espinosas- opiniones. Ciertamente hay muchas cosas opinables cuyo foro correcto son los cabildos, y el salir en ellos no quiere decir que sea un enfrentamiento al poder establecido, sino una vertiente de opinión nueva que puede ser considerada para el deseado perfeccionamiento -y en algunas ya casi conseguido- de nuestras hermandades.
Sobre lo que comenta Marulino de Italica solo decir que aunque parezca mentira los foros y webs de tematica cofradiera (un blog no es mas que una web en forma de diario) son muy leidas y seguidas en general.
¿Que contesta poca gente? pues si, es cierto, pero resulta curioso que despues salgan a colacion comentarios realizados en las paginas web en diversos contextos (desde la prensa morada, hasta en algun cabildo y no hablo de la hermandad de la Amargura)
Y sobre lo que comenta Antonio si repasamos la historia de la hermandad de la Amargura (no solo el libro), podemos ver como a lo largo de los años (y de los siglos) hubo, hay (y habrá) diversas opiniones y que hubo, hay (y habrá) temas que llevaron al debate y hasta posturas diversas.
Sí. Y?
En la callelaferia no se movió un varal, ni tan siquiera el aire -en el tiempo que yo llevo viviendo en la Hdad.- hasta que llegó José Luis Glez. a la Priostía... hasta entonces nadie se salió del guión preestablecido; que yo sepa y hasta donde llego.
Curiosamente es ahora, con gente de muchísima menos edad que entonces, cuando creo observar que hay otro poquito de "bunker"... cosas veredes, amigo Sancho.
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