miércoles, 16 de septiembre de 2009

¿Conservar o hacer nuevo?


En nuestra Semana Santa siempre ha salido a relucir la tradición, el patrimonio y los distintos estilos que cada Hermandad ha forjado con el paso de los años. La tarde del Miércoles Santo, por ejemplo, es sumamente romántica; al igual que la del Viernes Santo. Basta con contemplar el hermoso paso de misterio de la Sagrada Lanzada, de canastilla y respiraderos voluptuosos; o el paso de la Carretería, de hojarasca y patas únicas, con un color único; o el palio de la Virgen de la Palma del Buen Fin, de reconocido sonido por una calle Cardenal Spínola a oscuras; o el inconmensurable paso de misterio de las Siete Palabras, único tras los siglos, quieto en el tiempo, el mismo que nuestros padres, abuelos y bisabuelos contemplaron tantas y tantas Semanas Santas.
Éste es el legado que desde siempre nos ha dejado la ciudad en nuestras cofradías. Dejar lo bien hecho, mantener un estilo una vez creado con el paso del tiempo, restaurar las piezas que disfrutaron nuestros antepasados y que hicieron que esta semana mayor se convirtiese en el más de los sublimes acontecimientos anuales, y no alterar con modas y caprichos el esfuerzo que hermanos anteriores hicieron para engrandecer las propias hermandades.
Pero bueno, habiendo tantas cofradías siempre se podía tener el riesgo de que algunas veces no se cumpliese con todo aquello. Por eso las hermandades del Gran Poder, la Macarena, el Valle, Pasión, El Silencio, El Amor, El Cachorro, El Museo, La Amargura, Montesión, Los Negritos, La Mortaja, etc, etc; mantienen sus legados, sus patrimonios y fijan los pilares de lo que hoy es la Semana Santa. A ninguna de éstas se les ocurriría cambiar el paso realizado por Ruiz Gijón por uno de nueva fabricación, aun teniendo grandes desperfectos; preferirían arreglarlo aunque el coste fuese mayor que el hacer uno nuevo. O no se les ocurriría realizar nuevas sayas o mantos por el simple hecho de celebrar un acontecimiento, ya que Rodríguez Ojeda o Esperanza Elena Caro ejecutaron con insuperable maestría piezas que no contaban con la premura de agilizar los trabajos para ser estrenados en una fecha concreta, sino que la artesanía pausada hicieron que, posteriormente, el estado de conservación fuese mucho mayor.
Seguramente esté equivocado, pero son pensamientos que me vienen de vez en cuando. Díganme sino qué bordados actuales han superado los de Rodríguez Ojeda, o qué paso nuevo pasará a la historia al igual que el de Ruiz Gijón del Gran Poder, o qué orfebrería actual ha ensombrecido las viejas y grandiosas de Cayetano González.
Está claro que hay que seguir evolucionando. Pero no ha llegado aún nadie que llegue a la altura de los grandes maestros, y eso que muchos de ellos fueron casi contemporáneos y, en su día, revolucionaron la estética de la Semana Santa; pero ahí siguen, y creo que seguirán por mucho tiempo.



7 comentarios:

La verdad esta ahi fuera dijo...

Antonio, de los ejeplos que has puesto: Las Siete Palabras no es el mas adecuado, ya que hubo un tiempo (hace mucho de eso) que fue cambiado por el que tiene hoy en dia el Buen Fin. El canasto del Gran Poder ha ido sufriendo aditamentos a lo largo de los siglo (el ultimo en 1919). El paso de la Carreteria resulta que fue diseñado para ser dorado. Otras hermandades que mencionas han ido motdificando y/o cambiando sus enseres a lo largo de los años.

Lo que si me llama mucho la antencion del caso de la Trinidad es que el paso de misterio de las Cinco Llagas ya tuvo una intervencion a fondo en 1972, y que desde que tengo uso de razon, no ha hecho otra cosa que deteriorarse (por una razon u otra) y que es una pena que haya terminado perdiendose (o termine procesionando en otro lugar)

Antonio Borrego dijo...

Vamos a ver, creo que no me he expresado bien. Esas hermandades las nombro a vuelapluma, sin percatarme si han cambiado o no parte de sus patrimonios. Pero lo que sí es verdad es que las que nombro, y otras que se han quedado atrás, tienen un marcado sello y un estilo que las hace únicas.
Que le hayan incorporado cosas al paso del Gran Poder no quita que sea una grandísima joya que hay que conservar por si se deteriora, en vez de hacerla nueva, que es el fondo de mi entrada. Me da igual que el paso de la Carretería se concibiera dorado, el caso es que si se deteriora se arregla; que es el fondo, vuelvo a decir, de mi entrada.

Anónimo dijo...

Pues estoy de acuerdo con Antonio (para una vez, ¿verdad?) No en serio. Evidentemente el Paso del Señor ha sufrido aditamentos, pero es esencialmente el que nos legó Ruiz Gijón. De hecho con este Paso ocurre una cosa que veremos como se soluciona en un futuro, me temo que no muy lejano. Me refiero al dorado del paso, que no siendo evidentemente el original, está aplicado con una técnica que ya ha desparaecido (al fuego, creo que la denominan)Por otro lado, teniendo razón "La verdad" respecto al Paso de Misterio de las Siete Palabras, la verdad es que el paso que lo sutituye es de la misma época, si no anterior y además bajo mi punto de vista de más calidad. Que fernando me corrija pero creo que era un Paso alegórico que sacaba la Hermandad. En fin que a la hora de "mejorar" o sustituir, antes se cuidaban las cosas y ahora se hacen mamarrachos carísimos, con raras exepciones.

Enrique

Anónimo dijo...

En mi opinion , a acusa de mas de un incompetente que se mete a remodelador dentro de las hermandades , se prefiere hacer nuevos enseres cuando se ha permitido por dejadez ó peor aún , imcompetencia que se deterioren los enseres hasta ser irrecuperables. En los 60 y 70 se cometieron muchos "sacrilegios" de este tipo.

Un saludo .

P.d. excelente tema.

Bibi.

La verdad esta ahi fuera dijo...

Enrique, el paso actual del Cristo del Buen Fin fue realizado por encargo de las Siete Palabras para una alegoria del Sagrado Corazon de Jesus que no llego a procesionar. En ese paso salio el misterio de las Siete Palabras unos años (ya poseian el actual)

Sobre el tema de los pasos, señores nuestra hermandad de la Amargura ha tenido dos de los pasos mas efimeros que se recuerdan (en la noche de los tiempos claro), el palio de bullones y el acorazado potemkin, eso si sustituidos despues ambos por dos obras sublimes. Y tambien se han perdido enseres por temas que no vienen a cuento (dos mantolines y una tunica de San Juan).

Anónimo dijo...

El criterio de conservación o restauración a nivel urbanístico se resolvió medianamente con la catalogación de inmuebles y sus niveles de protección. De esta manera, existen edificios que siguiendo este criterio se reforman a nivel integral,o respetando fachadas y crujías, etc. En el caso de los enseres de las hermandades se echa en falta un criterio más o menos fijo y aceptado por todos que, atendiendo a niveles de protección según su interés histórico-artísticos, pongan a salvo de ciertos "restauradores" o "artistas" actuales la correcta conservación de ese patrimonio




JM Borrego

Anónimo dijo...

Setia muy interesante poder levar a cabo lo que comenta en su comentario J.M. Borrego. Me parece muy acertado que las restauraciones sobre enseres o pason en si , que estubieran catalogados como de un alto valor artistico o historico , se pudieran conservar. A si mismo creo necesario algun jurado , autoridad , tribunal ... que enjuiciase las imagenes de nueva factura , que se realizan por que la verdad ultimamente la calidad brilla por su ausencia y creo que hay algunas imagenes que deterioran la calidad de nuestra semana santa.

Saludos.

Bibi.