No hace mucho, -digo que no hace mucho porque algunos aún conocen esos tiempos-, en las primeras décadas del siglo XX, las hermandades imprimían una unción a sus imágenes llenas de toda estética y delicadeza. Si bien, algunas llegaban al límite de la escenificación propia de la iconografía.
Buceando por las profundidades de internet he podido encontrar ciertas instantáneas que bien nos hace ver este asunto:
Abundancia de ropajes y naturalidad al ponerlas hacían transladar a los que las contemplaban al tiempo que representaban.
Otros ejemplos:
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